21 de agosto, Miércoles de la 20ª
semana del Tiempo Ordinario. Memoria Obligatoria. San Pío X,
Papa. Salt. 4ª semana.
Primera lectura
Libraré
mi rebaño de sus fauces, para que no les sirva de alimento
Lectura de la
profecía de Ezequiel 34, 1-11
Me
fue dirigida esta palabra del Señor:
«Hijo
de hombre, profetiza contra los pastores de Israel, y diles:
"¡Pastores!,
esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí
mismos! ¿No deben los pastores apacentar las ovejas?
Se
comen las partes mejores, se visten con su lana; matan las más gordas, pero no
apacientan el rebaño. No han robustecido a las débiles, ni curado a la enferma,
ni vendado a la herida; no han recogido a la descarriada, ni buscado a la que
se había perdido, sino que con fuerza y violencia las han dominado.
Sin
pastor, se dispersaron para ser devoradas por las fieras del campo. Se dispersó
mi rebaño y anda errante por montes y altos cerros; por todos los rincones del
país se dispersó mi rebaño y no hay quien lo siga ni lo busque.
Por
eso, pastores, escuchen la palabra del Señor: ¡por mi vida! -oráculo del Señor
Dios-; porque mi rebaño ha sido expuesto al pillaje, y a ser devorado por las
fieras del campo por falta de pastor, porque mis pastores no cuidaron mi
rebaño, y se apacentaron a sí mismos, pero no apacentaron mi rebaño, por eso,
pastores, escuchen la palabra del Señor:
Esto
dice el Señor Dios: Me voy a enfrentar con los pastores: les reclamaré mi
rebaño, dejarán de apacentar el rebaño, y ya no podrán apacentarse a sí mismos.
Libraré mi rebaño de sus fauces, para que no les sirva de alimento"».
Porque
esto dice el Señor Dios:
«Yo
mismo buscaré mi rebaño y lo cuidaré». Palabra de Dios.
Salmo 22, 1-3a.3b-4.5.6
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta
V.
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en
verdes praderas me hace recostar;
me
conduce hacia fuentes tranquilas
y
repara mis fuerzas. R/.
V.
Me guía por el sendero justo,
por
el honor de su nombre.
Aunque
camine por cañadas oscuras,
nada
temo, porque tú vas conmigo:
tu
vara y tu cayado me sosiegan. R/.
V.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente
de mis enemigos;
me
unges la cabeza con perfume,
y
mi copa rebosa. R/.
V.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos
los días de mi vida,
y
habitaré en la casa del Señor
por
años sin término. R/.
Evangelio
¿Vas a
tener tú envidia porque yo soy bueno?
Lectura del
santo evangelio según san Mateo 20, 1-16
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El
reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a
contratar jornaleros para su viña.
Después
de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió
otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les
dijo:
"Vayan
también ustedes a mi viña y les pagaré lo debido".
Ellos
fueron.
Salió
de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.
Salió
al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que
están aquí el día entero sin trabajar?".
Le
respondieron:
"Nadie
nos ha contratado".
Él
les dijo:
"Vayan
también ustedes a mi viña".
Cuando
oscureció, el dueño dijo al capataz:
"Llama
a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por
los primeros".
Vinieron
los del atardecer y recibieron un denario cada uno.
Cuando
llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también
recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el
amo:
"Estos
últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que
hemos aguantado el peso del día y el bochorno".
Él
replicó a uno de ellos:
"Amigo,
no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y
vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para
hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy
bueno?".
Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos». Palabra del Señor
21 de agosto, Miércoles
de la 20ª semana del Tiempo Ordinario. Memoria
Obligatoria. San Pío X, Papa.
Primera lectura - Lectura de la
profecía de Ezequiel 34,1-11
Salmo
22,1-3ª.3b-4.5.6
R/. El Señor es mi pastor, nada me falta
Evangelio - Lectura del santo
evangelio según san Mateo 20, 1-16
El
Evangelio de Mateo 20, 1-16 nos desafía a reexaminar nuestras nociones de
justicia y merecimiento a la luz de la generosidad divina. Nos invita a confiar
en la misericordia de Dios, a responder a su llamado con prontitud y a
regocijarnos en la salvación de todos, recordando que, en el Reino de los
cielos, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos. Que
podamos abrir nuestro corazón para recibir y compartir la generosidad y el amor
incondicional de Dios con los demás.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario