sábado, 6 de julio de 2013

... «Os he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones. Estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.»

 Domingo 7 de Julio 


14° del Tiempo Ordinario. Verde. 
Misa: Del domingo; Gl.; Cr.; Prf. Dominical I-X. Leccionario Dominical C: Is 66,10-14c / Sal 66(65), 1-3a.4-5.6-7a. 16+20 (R. 1) / Ga 6, 14-18 / Lc 10,1-12. 17-20 (forma larga) o Lc 10,1-9 (forma breve). Oficio: Del domingo; Te Deum; Salt. 2a semana. 

CLICK Para ver las lecturas bíblicas:  http://www.ciudadredonda.org/lectura/?f=2013-07-07

En la primera lectura de este primer domingo del mes de julio, el profeta Isaías invita a la comunidad a alegrarse por el pueblo que escuchó su mensaje de conversión y por cambiar, ahora serán salvos y los suyos serán bendecidos, la abundancia los acariciará. La promesa del Señor se hace notar si el pueblo se convierte y le jura fidelidad. El Señor promete, alegría, seguridad larga vida. Las promesas que ha prometido el Señor a quienes le son fieles y optan por Él como su refugio son evidentes, las compuertas de abundancia se abren en el cielo, Dios es generoso y todo lo crea para los suyos, nada se guarda para sí, todo es para los suyos, a quienes los considera como si fueran niños de pecho, necesitados de su gracia, de su protección, de su presencia. Como un pueblo que vive en medio del desierto, la bondad del Señor les regala un afluente río, exquisito de agua dulce, Jerusalén, para que le genere la vida que necesita. Si la nación sufrió durante tantos años persecuciones, asedios, guerras, violencia y ruina, la presencia del Señor trae lo anhelante la paz. ¿Qué podrá necesitar entonces una nación en dónde el sufrimiento por causa de la guerra del poder los tiene abatidos?  No está bien ser indiferente, es necesario volver al Señor y reclamar su presencia, la oración y el comportamiento recto son elementos fundamentales para alcanzar de parte de Dios su protección. 
El Salmo 66 titulado: Gracias por una liberación milagrosa, es una invitación de parte del autor a toda la tierra a asociarse en una sola alabanza al Dios de todo poder, pues todos han sido testigos de los prodigios obrados por Yahvé. Quien se siente salvado por el Señor ha de proclamar personalmente a su Señor dando testimonio, porque lo que Él hizo en su vida lo deben conocer todas las generaciones. Dios lo escuchó porque vio la sinceridad de su corazón; en ellos se manifiesta una vez más su piedad para con los que ama. Triste es ver cuando alguien ve que no necesita de Dios para existir, doloroso es encontrar a quien niega su existencia, con tantos siglos demuestras y testimonios de la acción salvadora y amorosa que ha tenido el Señor con quienes creó. ¿De dónde hemos venido, quién nos trajo, quién fabricó está obra perfecta, con toda su infraestructura, sacada de una mente sabia y divina? Esto permite reconocer y aceptar que de una fuerza divina venimos y el final del proyecto: a Él volveremos.
Si en la primera lectura se han de alegrar por la conversión de una toda una nación, en el evangelio se alegran por que los demonios se someten y les obedecen a los discípulos del Señor; mientras tanto, Él Señor pide que se alegren más, porque están cumpliendo con el proyecto de Dios, salvar a la humanidad. En esta lectura de la carta a la comunidad de Galacia, Pablo se alegra del sufrimiento que padece. Hay una circunstancia, los integrantes de la comunidad judía quiere cambiar el pensamiento de la comunidad de los seguidores del Resucitado haciendo circuncidar a los griegos. Uno: para burlarse del anuncio y trabajo que hace Pablo de Tarso; dos: para hacer creer a las autoridades que ellos son judíos que siguen cumpliendo la ley de tradición, no ser perseguidos y librarse de la muerte, situación que está persiguiendo a los fieles de Cristo. Pablo se alegra por lo que tiene importancia: hombres con nueva vida. Y como, quien crea división sale golpeado, después llegará a lamentarse, Pablo advierte: he sufrido suficiente y a nadie gimo, quien sufre debe hacer lo mismo. El apóstol invita entonces a una opción de cambio, llega una nueva vida, una nueva ley y por ende el hombre debe iniciar una nueva vida. El hombre a través de los años ha tergiversado la ley escrita y ha creído que el hombre es enemigo de Dios por algunos intereses que cavilan en su mente, intereses personales que van en contra del pensamiento divino de trabajar por el otro, amarlo y ayudarlo a alcanzar la salvación.


Continuamos la lectura de los domingos con el evangelio de San Lucas, hoy: el envío y misión de los setenta y dos, deben  preparar el territorio para el anuncio de Jesucristo; deberían ir de dos en dos para que su anuncio sea creíble pues el testimonio y anuncio que van a llevar debe adquirir adeptos. Los lugares que nombra de los que rechazarán el mensaje las ciudades: Corazín, Betsaida y Cafarnaúm, fueron los lugares más difíciles del anuncio. Concluimos: Jesús escoge a sus misioneros los envía con un encargo definido y luego viene el balance de la tarea realizada. La alegría los debe rodear por cumplir con la misión del anuncio, para que muchos conozcan al salvador y se salven. Hoy la mies sigue abundante y el Señor necesita de hombres y mujeres disponibles, con mente sana, rostro alegre y corazón piadoso para llegar a quienes no conocen a Dios y su misterio, para que, empiecen a hacer parte de las criaturas hechas, sus hijos. Hacer vida las palabras del Papa Francisco: “Los obispos y sacerdotes deben ser pastores y no lobos rapaces”, "Las monjas deben ser “madres espirituales y no solteronas” y para el numero más grande de seguidores del Señor los fieles laicos: “Hay cristianos de salón que no saben hacer hijos para la Iglesia”.

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