sábado, 29 de junio de 2013

Sábado 29 de Junio 
Solemnidad. Rojo. SAN PEDRO Y SAN PABLO, APÓSTOLES (En Colombia no es día de precepto) Misa vespertina de la Vigilia: (En la tarde del viernes). De la Vigilia; Gl.; Cr; Prf. propio. Leccionario de los Santos o Leccionario Dominical A (p. 220): Hch 3,1-10 / Sal 19(18), 2-3.4-5 (R. 5a) / Ga 1,11-207Jn 21,15-19. Misa del día: De la Solemnidad; Gl.; Cr.; Prf. propio. Leccionario de los Santos o Leccionario Dominical A (p. 224): Hch 12,1-11 / Sal 34(33), 2-3.4-5.6-7.8-9 (R. 5b) / 2Tm 4,6-8.17-18 / Mt 16,13-19. Oficio: De la Solemnidad; Te Deum. Jornada del óbolo de San Pedro. Nota: La Solemnidad de San Pedro y San Pablo puede celebrarse en domingo, de acuerdo con instrucciones dadas por cada Obispo. San Pedro, Apóstol: Patrono de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona y de la Diócesis de Buga. Titular de las Catedrales de Istmina y Buga. San Pablo: Patrono ciudad de Sibundoy. Dedicación de las Catedrales de Cali y Buga. Excmo. Sr. Javier Naranjo V., Obispo Emérito de Santa Marta. Aniversario Ordenación Episcopal (1971). Excmos. Srs. Víctor Manuel López F., Arzobispo Emérito de Bucaramanga; Luis Gabriel Romero F., Obispo Emérito de Facatativá; Darío Molina J., Obispo Emérito de Neiva. Aniversario Ordenación Episcopal (1977).

Click para tener contacto con las lecturas: http://www.ciudadredonda.org/lectura/?f=2013-06-29

Hoy la Iglesia católica se viste de Rojo celebrando una dolorosa solemnidad que produjo tanto fruto, del que hoy gozamos y damos gracias a Dios por ellos pues es la fe que profesamos. Lastimosamente ellos debían morir para que hoy todos nosotros celebremos su muerte. Ovacionamos la solemnidad de los pilares de la Iglesia católica: San Pedro y San Pablo. Las lecturas bíblicas de éste día hablan muy bien de las personas de los Apóstoles, Columnas de la Iglesia.

Celebramos entonces la muerte del primer Papa de la Iglesia católica, llamado Simón, Jesús lo hizo suyo poniéndole el nombre de Pedro – Cefas (piedra, roca; cabeza), haciéndolo seguidor suyo, le enseño la doctrina del amor y lo envió con autoridad a: guiar, alimentar, vigilar y mantener unida a toda la grey del Señor; evangelizó a la comunidad de los judíos. Nació en Betsaida hijo de Jonás, de profesión pescador; estuvo presente en varios acontecimientos trascendentales con el maestro: estuvo en la resurrección de la hija de Jairo, la Transfiguración y la oración del Huerto. Jesús le entregó las llaves del reino de los cielos y el poder de la infabilidad para gobernar y legislar la Iglesia. Da la autoridad para confirmar en la fe a los cristianos (Lc 22, 32); fue testigo de la resurrección y Murió crucificado como su maestro; indigno pidió que pusieran la cruz con la cabeza abajo, esto ocurrió entre los años 64 y 67. Encuéntrase actualmente en aquel punto la iglesia de San Pedro In Montorio, mandada construir por Constantino el Grande. El cuerpo de San Pedro fue enterrado por los cristianos en el vecino monte Vaticano. Sobre su sepultura edificó una capilla el tercer sucesor de San Pedro, y Constantino el Grande una magnífica Basílica, que se derrumbó en la Edad Media, reconstruida y en el año 1626 fue terminada la grandiosa Basílica actual después de más de 100 años de trabajo. En una cripta que se halla en el centro de la Basílica descansan los huesos de San Pedro y en su altar arden, día y noche, más de 100 lámparas.

Celebramos también a San Pablo (poco, pequeño, insignificante) Saulo le pusieron el día que fue circuncidado; judío, nacido en la diáspora, con nombre hebreo y Pablo romano. Hacía parte de la tribu de Benjamín, nacido en Tarso, educado en Jerusalén, fabricante de carpas. No estuvo de acuerdo con la evangelización de los primeros cristianos, tuvo entonces un encuentro directo con el resucitado y lo hizo apóstol para convertir a los gentiles (no judíos); predicó en Damasco, Tarso, Antioquía, Asia menor, Macedonia, Grecia y Roma, participó del primer concilio de la Iglesia en Jerusalén. Arrestado en Jerusalén, encarcelado en Cesaréa, y enviado a Roma para ser judicializado por el emperador. Antes estuvo preso por dos años, Muere en Roma cerca del año 67, decapitado; sus restos se conservan en la Basílica del San Pablo Extramuros en Roma a 11 kilómetros de la Basílica de San Pedro. 

Cuenta la tradición de la Iglesia que San Pedro fue a Roma por primera vez en el principio del reinado del emperador Claudio (42) y allí murió mártir posiblemente a los 75 años.

El emperador Nerón perseguía cruelmente a los cristianos desde el año 64, y como se procuraba capturar a Pedro, los fieles rogaban insistentemente a su Pastor que se salvase escapándose de la ciudad, según las palabras: «Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra», salió Pedro de Roma durante la noche, pero he aquí que mientras caminaba por la Vía Apia, apareciósele, según refiere San Ambrosio, el mismo Cristo en las puertas de la ciudad, con una pesada cruz cargada en sus espaldas. Lleno de asombro, preguntó Pedro al Salvador: Señor, ¿a dónde vas? (En el lugar donde se verificó esta aparición, existe todavía una antiquísima capilla, llamada Domine, ¿quo vadis?) Y el Salvador contestó: «A Roma, para ser nuevamente crucificado.» Y desapareció al punto. Pedro comprendió que el Señor le mandaba que regresara a Roma para sufrir muerte de cruz. Capturado y cargado de cadenas, fue arrojado a la cárcel Mamertina. Esta cárcel puede verse todavía en el pie del Capitolio; es subterránea y construida con enormes bloques cuadrados dé piedra, completamente obscura y húmeda. Encima de ella se levanta la Iglesia llamada de San Pedro In carcere, muy visitada por los fieles. Después de ocho meses de estar allí encerrado, fue condenado a muerte.

Sufrió primeramente el tormento de los azotes, siendo luego conducido junto con San Pablo, por la Vía Ostiense. A eso de una milla de camino fue separado de Pablo (todavía el lugar está indicado por la capilla llamada de la Separación), el cual fue decapitado en un lugar llamado ad aguas salvias situado una legua más lejos, donde se ve todavía la columna a que fue atado. Las últimas palabras de San Pablo fueron: « Jesús, en tus manos encomiendo mi espíritu.» En aquel punto fue edificada una Iglesia, llamada de San Pablo en las tres fuentes, por hallarse tres fuentes en la iglesia.

Entretanto, Pedro fue conducido al Monte Janículo, desde el cual se puede contemplar toda la ciudad de Roma, y llegado allí, le crucificaron.

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