viernes, 29 de marzo de 2024

26 de marzo, Martes Santo. Feria Privilegiada.


26 de marzo, Martes Santo. Feria Privilegiada. Salt. 2ª semana.

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías 49, 1-6
Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos:
El Señor me llamó desde el vientre materno, de las entrañas de mi madre, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo:
- «Tú eres mi siervo, Israel, por medio de ti me glorificaré».
Y yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas». En realidad, el Señor defendía mi causa, mi recompensa la custodiaba Dios. Y ahora dice el Señor, el que me formó desde el vientre como siervo suyo, para que le devolvise a Jacob, para que le reuniera a Israel; he sido glorificado a los ojos de Dios. Y mi Dios era mi fuerza:
- «Es poco que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de vuelta a los supervivientes de Israel. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra». Palabra de Dios

 

Salmo 70, 1-2.3-4a.5-6ab.15.17
R/. Mi boca contará tu salvación, Señor

A ti, Señor, me acojo: 
no quede yo derrotado para siempre; 
tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, 
inclina a mí tu oído, y sálvame.
R/.

Sé tú mi roca de refugio, 
el alcázar donde me salve, 
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa.
R/.

Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza 
y mi confianza, Señor, desde mi juventud. 
En el vientre materno ya me apoyaba en ti, 
en el seno tú me sostenías.
R/.

Mi boca contará tu justicia, 
y todo el día tu salvación.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud, 
y hasta hoy relato tus maravillas.
R/.

 

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 21-33.36-38
En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su espíritu y dio testimonio diciendo:
- «En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar».
Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía.
Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía.
Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:
- «Señor, ¿quién es?».
Le contestó Jesús: - «Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado».
Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote.
Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: - «Lo que vas a hacer, hazlo pronto».
Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche.
Cuando salió, dijo Jesús: - «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros:
"Donde yo voy, vosotros no podéis ir"»
Simón Pedro le dijo: - «Señor, ¿a dónde vas?».
Jesús le respondió: - «Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde».
Pedro replicó: - «Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti».
Jesús le contestó: - «¿Con que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces». Palabra del Señor

 

 

26 de marzo, Martes Santo. Feria Privilegiada.

Lectura del libro de Isaías 49, 1-6

Salmo 70, 1-2.3-4a.5-6ab.15.17

Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 21-33.36-38 

encontramos una serie de enseñanzas importantes de Jesús durante la Última Cena, específicamente centradas en la traición de Judas y la negación de Pedro. Estos pasajes nos ofrecen una rica reflexión teológica y espiritual: Traición de Judas, Predicción de la negación de Pedro, La importancia de la fe y la fidelidad, El poder del arrepentimiento y la gracia.

En resumen, estos pasajes nos invitan a reflexionar sobre la fragilidad humana, la importancia de la fe y la fidelidad, el poder del arrepentimiento y la gracia divina. Nos desafían a examinar nuestras propias acciones y actitudes, y a mantenernos firmes en nuestra devoción a pesar de las pruebas y tentaciones que enfrentamos.


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