26
de enero, Viernes de la 3ª semana de Tiempo Ordinario. Memoria
Obligatoria. Santos Timoteo y Tito, obispos. Salt. 3ª semana.
PRIMERA LECTURA
Me has despreciado, quedándote con la mujer de Urías
Lectura del
segundo libro de Samuel 11, 1-4ª. 5-10ª. 13-17
Al año
siguiente, en la época en que los reyes van a la guerra, David envió a Joab con
sus oficiales y todo Israel, a devastar la región de los amonitas y sitiar a
Rabá.
David, mientras
tanto, se quedó en Jerusalén; y un día, a eso del atardecer, se levantó de la
cama y se puso a pasear por la azotea del palacio, y desde la azotea vio a una
mujer bañándose, una mujer muy bella.
David mandó a
preguntar por la mujer, y le dijeron:
—«Es Betsabé, hija de
Alián, esposa de Urías, el hitita».
David mandó a unos
para que se la trajesen.
Después Betsabé volvió
a su casa, quedó encinta y mandó este aviso a David:
—«Estoy encinta».
Entonces David
mandó esta orden a Joab:
—«Mándame a Urías, el
hitita».
Joab se lo mandó.
Cuando llegó Urías,
David le preguntó por Joab, el ejército y la guerra.
Luego le dijo:
—«Anda a casa a
lavarte los pies».
Urías salió del
palacio, y detrás de él le llevaron un regalo del rey. Pero Urías durmió a la
puerta del palacio, con los guardias de su señor; no fue a su casa.
Avisaron a David que
Urías no había ido a su casa.
Al día siguiente,
David lo convidó a un banquete y lo emborrachó.
Al atardecer, Urías
salió para acostarse con los guardias de su señor, y no fue a su casa.
A la mañana siguiente,
David escribió una carta a Joab y se la mandó por medio de Urías.
El texto de la
carta era:
—«Pon a Urías en
primera línea, donde sea más recia la lucha, y retiraos dejándolo solo, para
que lo hieran y muera».
Joab, que tenía
cercada la ciudad, puso a Urías donde sabía que estaban los defensores más
aguerridos.
Los de la ciudad
hicieron una salida, trabaron combate con Joab y hubo bajas en el ejército
entre los oficiales de David; murió también Urías, el hitita. Palabra de Dios.
Salmo 50, 3-4.
5-6ª. 6bc-7. 10-11
R. Misericordia, Señor: hemos pecado.
Misericordia,
Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R.
Pues yo
reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R.
En la sentencia
tendrás razón,
en el juicio resultarás inocente.
Mira, en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre. R.
Hazme oír el
gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí la culpa. R.
EVANGELIO
Echa simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él
sepa cómo
Lectura del
santo evangelio según san Marcos 4, 26-34
En aquel tiempo,
dijo Jesús a la gente:
—«El reino de Dios se
parece a un hombre que echa simiente en la tierra.
Él duerme de noche y se
levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La
tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la
espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque
ha llegado la siega».
Dijo también:
—«¿Con qué
podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de
mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después
brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que
los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas».
Con muchas
parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se
lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en
privado. Palabra del Señor.
26
de enero, Viernes de la 3ª semana de Tiempo Ordinario. Memoria Obligatoria.
Santos Timoteo y Tito, obispos.
Lectura
del segundo libro de Samuel 11, 1-4ª. 5-10ª. 13-17
Salmo
50, 3-4. 5-6ª. 6bc-7. 10-11
Lectura
del santo evangelio según san Marcos 4, 26-34
San Marcos 4,
26-34 contiene dos parábolas que Jesús contó a sus discípulos, las cuales son
la parábola del crecimiento secreto y la parábola del grano de mostaza. Aquí
hay un análisis teológico y espiritual de estas parábolas según la tradición
cristiana:
1. Parábola
del crecimiento secreto (Marcos 4,26-29):
En esta parábola,
Jesús compara el Reino de Dios con un hombre que siembra la semilla en la
tierra y luego observa cómo la semilla crece y produce fruto sin que él
entienda completamente el proceso. Este relato resalta la idea de que el
crecimiento del Reino de Dios es un misterio divino y que la eficacia de la
Palabra de Dios no siempre es evidente de inmediato.
Aporte
teológico:
· La
parábola subraya la importancia de la confianza en Dios y en Su obra. Aunque no
siempre comprendamos cómo Dios trabaja en nuestras vidas y en el mundo, debemos
confiar en que Su propósito se cumplirá.
· También
destaca la colaboración entre la acción humana (sembrar la semilla) y la acción
divina (el crecimiento). Los discípulos son llamados a sembrar la semilla del
Evangelio, pero es Dios quien produce el crecimiento.
Aporte
espiritual:
· Fomenta
la paciencia y la perseverancia en la vida cristiana. A veces, los resultados
de nuestras acciones en el nombre de Dios pueden no ser inmediatamente
evidentes, pero debemos continuar confiando y sirviendo fielmente.
· Invita
a los creyentes a reflexionar sobre cómo están sembrando la semilla del
Evangelio en sus vidas y en las vidas de los demás.
2. Parábola
del grano de mostaza (Marcos 4,30-34):
Jesús compara el
Reino de Dios con un grano de mostaza, que es la semilla más pequeña, pero que
crece hasta convertirse en un arbusto grande. Esta parábola destaca cómo lo que
comienza pequeño puede tener un impacto significativo y cómo el Reino de Dios,
aunque puede comenzar de manera modesta, eventualmente se expandirá de manera
notable.
Aporte
teológico:
· La
parábola enfatiza la naturaleza sorprendente y transformadora del Reino de
Dios. Aunque Jesús comenzó su ministerio de manera humilde, su impacto en la
historia y en las vidas de las personas sería extraordinario.
· Muestra
cómo el poder de Dios puede manifestarse en formas que no necesariamente
coinciden con las expectativas humanas.
Aporte
espiritual:
· Inspira
a los creyentes a no subestimar la importancia de las pequeñas acciones y a
confiar en que Dios puede usar incluso lo más pequeño para lograr grandes
cosas.
· Invita
a reflexionar sobre cómo el Reino de Dios está presente y creciendo en las
situaciones cotidianas de la vida, a menudo de manera imperceptible pero
poderosa.
En resumen, estas parábolas en Marcos 4, 26-34
ofrecen lecciones teológicas sobre la naturaleza del Reino de Dios y cómo los
seguidores de Jesús deben confiar en Dios mientras participan activamente en la
extensión de Su Reino en la tierra. Además, proporcionan perspectivas
espirituales que animan a la paciencia, la perseverancia y la valoración de las
pequeñas cosas en el camino de la fe.
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