11 de Diciembre Lunes
de la 2ª semana de Adviento. Feria O Memoria Libre de San Dámaso I, Papa. Salt. 2ª semana.
PRIMERA LECTURA
Dios viene en persona y os salvará
Lectura Del
Profeta Isaías 35, 1-6
El desierto y el
yermo se regocijarán, se alegrarán el
páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del
Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria
del Señor, la belleza
de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, decid a los cobardes de corazón: sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro
Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará. Se
despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará
como un ciervo
el cojo, la lengua del mudo cantará.
Porque han brotado aguas en el
desierto, torrentes en la estepa; el páramo será un estanque, lo reseco, un manantial. En el cubil
donde se tumbaban los chacales brotarán cañas y juncos. Lo cruzará una calzada
que llamarán Vía Sacra: No pasará por ellas el impuro y los inexpertos no se extraviarán. No habrá
por allí leones, ni se acercarán las bestias feroces, sino que caminarán los
redimidos y volverán por ella los rescatados del Señor. Vendrán a Sión con
cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y
aflicción se alejarán. Palabra de Dios.
SALMO 84, 9ab-10.11-12.13-14
R/. Nuestro Dios viene y nos salvará
Voy a escuchar lo
que dice el Señor:
«Dios anuncia la
paz
a su pueblo y a
sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fíeles
y la gloria habitará
en nuestra tierra. R/.
La
misericordia y la fidelidad se encuentran,
la
justicia y la paz se besan;
la
fidelidad brota de la tierra
y la
justicia mira desde el cielo. R/.
El Señor
nos dará la lluvia,
y nuestra
tierra dará su fruto.
La
justicia marchará ante él,
la
salvación seguirá sus pasos. R/.
Evangelio
Lectura Del Santo Evangelio Según
San Lucas 5, 17-26
Sucedió que un día estaba
Jesús enseñando y estaban sentados
unos fariseos y maestros de la ley, venidos
de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo
impulsaba a curar. Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un
paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante
de él. No encontrando por dónde
introducirlo, a causa del gentío,
subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con
la camilla hasta
el centro, delante
de Jesús. El,
viendo la fe que tenían, dijo: «Hombre, tus pecados están perdonados.» Los letrados y los fariseos
se pusieron a pensar: «¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién
puede perdonar pecados más que Dios?» Pero Jesús, leyendo
sus pensamientos, les
replicó: «¿Qué pensáis en vuestro interior? ¿Qué es más fácil: decir "tus
pecados quedan perdonados", o decir "levántate y anda"? Pues
para que veáis que el Hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados... —dijo al paralítico—: A ti
te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa.» El, levantándose
al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó
a su casa dando gloria
a Dios. Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios,
diciendo llenos de temor: «Hoy hemos visto cosas admirables.» Palabra del Señor.
Lectura Del Santo Evangelio Según
San Lucas 5, 17-26
relata
el milagro de la curación de un paralítico. Aquí hay un resumen del pasaje y
algunas reflexiones espirituales o teológicas que podrían extraerse:
En
este pasaje, Jesús está enseñando en una casa, y hay fariseos y maestros de la
ley presentes. La casa estaba tan llena que no había lugar ni siquiera junto a
la puerta. Un grupo de hombres lleva a un paralítico en una camilla, buscando
la sanación de Jesús. Como no podían entrar debido a la multitud, suben al
techo, quitan parte del techo y bajan al paralítico delante de Jesús.
Lo
que destaca en este pasaje es la fe de los amigos del paralítico. A pesar de
los obstáculos, buscaron activamente la curación para su amigo y demostraron
una fe audaz al llegar a extremos como abrir el techo para llegar a Jesús.
Jesús, al ver la fe de ellos, primero perdona los pecados del paralítico y
luego le dice que se levante y camine. El paralítico es sanado instantáneamente
y se va caminando, glorificando a Dios.
Desde
una perspectiva espiritual y teológica, este pasaje destaca la importancia de
la fe y la búsqueda activa de la presencia de Jesús para encontrar sanación y
perdón. También resalta la capacidad de Jesús para perdonar pecados y realizar
milagros, mostrando su autoridad divina. La reacción de la multitud
glorificando a Dios enfatiza la conexión entre los milagros de Jesús y la
revelación de la gloria divina.
Además,
el acto de Jesús al perdonar los pecados antes de sanar físicamente al
paralítico sugiere que la curación física es un signo de la obra redentora y
perdonadora de Jesús. Este pasaje invita a la reflexión sobre la fe activa, la
importancia del perdón divino y la capacidad de Jesús para transformar vidas
tanto física como espiritualmente.
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