03 de diciembre Domingo 1º de Adviento. -
Ciclo B ”Jornada de la Pontificia
Unión Misional.” Salt. 1ª semana.
Primera lectura
¡Ojalá rasgases el cielo y bajases!
Lectura del
libro de Isaías 63, 16b-17.19b;64,2b-7
Tú, Señor,
eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «Nuestro redentor». Señor, ¿por qué
nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema?
Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases
el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste y los
montes se derritieron con tu presencia, jamás oído oyó ni ojo vio un Dios,
fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del
que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y
nosotros fracasamos; aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos
impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como
follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu
nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos
entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro
padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano. Palabra
de Dios
Salmo
79,2ac.3b.15-16.18-19
R/. Oh
Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve
Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece.
Despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa. R/.
Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti;
danos vida, para que invoquemos tu nombre. R/.
Segunda lectura
Aguardamos la manifestación de nuestro Señor Jesucristo
Lectura de
la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 3-9
La gracia y
la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con
vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la
gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido
enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha
probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros
que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá
firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de
Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo,
Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel! Palabra de Dios
Evangelio
Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa
Lectura del
santo evangelio según san Marcos 13,33-37
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es
el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a
cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad
entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o
a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga
inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a
todos: ¡Velad!» Palabra del Señor
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
03 de diciembre Domingo 1º
de Adviento. - Ciclo B ”Jornada de la
Pontificia Unión Misional.”
Evangelio según san Marcos 13, 33-37
Jesús está hablando a sus discípulos sobre la importancia de estar
preparados para su regreso. En este pasaje, Jesús está usando la metáfora de un
hombre que deja su casa a cargo de sus siervos mientras está ausente. Los
siervos representan a los seguidores de Jesús, y Jesús les está diciendo que deben
estar alerta y preparados en todo momento para su regreso, ya que no saben
cuándo ocurrirá.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario