16 de abril, Martes de la 3ª semana de
Pascua. Feria. Salt. 3ª semana.
Primera lectura
Lectura del libro de los
Hechos de los apóstoles 7, 51–8,1a
En aquellos días, dijo Esteban al pueblo y a los ancianos y escribas:
«¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros siempre
resistís al Espíritu Santo, lo mismo que vuestros padres. ¿Hubo un profeta que
vuestros padres no persiguieran? Ellos mataron a los que anunciaban la venida
del Justo, y ahora vosotros lo habéis traicionado y asesinado; recibisteis la
ley por mediación de ángeles y no la habéis observado».
Oyendo sus palabras se recomían en sus corazones y rechinaban los dientes de
rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijando la mirada en el cielo, vio la
gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo:
«Veo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios».
Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se
abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a
apedrearlo. Los testigos dejaron sus capas a los pies de un joven llamado Saulo
y se pusieron a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación:
«Señor Jesús, recibe mi espíritu».
Luego, cayendo de rodillas y clamando con voz potente, dijo:
«Señor, no les tengas en cuenta este pecado».
Y, con estas palabras, murió.
Saulo aprobaba su ejecución. Palabra de Dios
Salmo
30,3cd-4.6ab.7b.8a.17.21ab
R/. A tus
manos, Señor, encomiendo mi espíritu
Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. R/.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás.
Yo confío en el Señor.
Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. R/.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia.
En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 30-35
En aquel tiempo, el gentío dijo a Jesús:
«¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra?
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del
cielo les dio a comer”».
Jesús les replicó: «En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio
pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo.
Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».
Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan».
Jesús les contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre,
y el que cree en mí no tendrá sed jamás». Palabra del Señor
16 de
abril, Martes de la 3ª semana de Pascua. Feria.
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 7, 51–8,1a
Salmo 30,3cd-4.6ab.7b.8a.17.21ab
R/. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu
Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 30-35
continúa
el relato del discurso de Jesús después de la alimentación de los cinco mil,
mientras la multitud busca más señales milagrosas y pruebas de su autoridad.
Aquí hay una propuesta que aborda los aspectos históricos, teológicos,
espirituales e interpretativos de este pasaje, considerando su contexto en el
tiempo de la Pascua:
Propuesta Histórica:
Contexto de la Pascua y Expectativas
Mesiánicas.
Propuesta Teológica:
La Fe como Respuesta a las Señales y Jesús
como el Pan de Vida.
Propuesta Espiritual:
Satisfacción en Jesucristo y La Importancia
de la Fe.
Propuesta Interpretativa:
Jesucristo como el Único Salvador, La Fe
como Respuesta Personal.
En
resumen, Juan 6, 30-35 ofrece una poderosa enseñanza
sobre la importancia de la fe en Jesucristo como el Pan de Vida en el contexto
del tiempo de la Pascua. Este pasaje nos desafía a ir más allá de las
expectativas humanas y a confiar en Jesucristo como nuestro Salvador y
Sustentador espiritual.
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