sábado, 12 de octubre de 2024

13 de octubre, Domingo 28º del Tiempo Ordinario - Ciclo B.

13 de octubre, Domingo 28º del Tiempo Ordinario - Ciclo B. Salt. 4ª semana.

Primera Lectura

Al lado de la sabiduría en nada tuve la riqueza

Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7-11

Supliqué y me fue dada la prudencia,

invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría.

La preferí a cetros y tronos

y a su lado en nada tuve la riqueza.

No la equiparé a la piedra más preciosa,

porque todo el oro ante ella es un poco de arena

y junto a ella la plata es como el barro.

La quise más que a la salud y la belleza

y la preferí a la misma luz,

porque su resplandor no tiene ocaso.

Con ella me vinieron todos los bienes juntos,

tiene en sus manos riquezas incontables. Palabra de Dios.

 

Salmo 89, 12-13. 14-15. 16-17

R/. Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.

 

V. Enséñanos a calcular nuestros años,

para que adquiramos un corazón sensato.

Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?

Ten compasión de tus siervos. R/.

 

V. Por la mañana sácianos de tu misericordia,

y toda nuestra vida será alegría y júbilo.

Danos alegría, por los días en que nos afligiste,

por los años en que sufrimos desdichas. R/.

 

V. Que tus siervos vean tu acción

y sus hijos tu gloria.

Baje a nosotros la bondad del Señor

Y haga prósperas las obras de nuestras manos.

Sí, haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.

 

Segunda Lectura

La palabra de Dios juzga los deseos e intenciones del corazón

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12-13

Hermanos:

La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo; penetra hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos; juzga los deseos e intenciones del corazón.

Nada se le oculta; todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas. Palabra de Dios.

 

EVANGELIO

Vende lo que tienes y sígueme

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 17-30

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó:

«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».

Jesús le contestó:

«¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».

Él replicó:

«Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud».

Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo:

«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme».

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:

«¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!».

Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras.

Pero Jesús añadió:

«Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».

Ellos se espantaron y comentaban:

«Entonces, ¿quién puede salvarse?».

Jesús se les quedó mirando y les dijo:

«Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».

Pedro se puso a decirle:

«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».

Jesús dijo:

«En verdad les digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más –casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones– y en la edad futura, vida eterna».

Palabra del Señor.

 

13 de octubre, Domingo 28º del Tiempo Ordinario - Ciclo B.

Primera Lectura - Al lado de la sabiduría en nada tuve la riqueza

Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7-11

Salmo 89, 12-13. 14-15. 16-17

R/. Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.

Segunda Lectura - La palabra de Dios juzga los deseos e intenciones del corazón

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12-13

EVANGELIO - Vende lo que tienes y sígueme

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 17-30

El mensaje central de este evangelio es que la salvación no se "gana" simplemente con buenas obras o acumulación de riquezas, sino con un desprendimiento radical de aquello que nos ata al mundo. El hombre rico no pudo aceptar este llamado a la libertad porque estaba demasiado apegado a sus posesiones. La invitación de Jesús es a compartir nuestras bendiciones con los demás, sabiendo que el verdadero tesoro está en el cielo.

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