15 de septiembre Domingo 24º del Tiempo Ordinario* - Ciclo B. En Colombia celebramos el Día del Migrante y a Nuestra Señora de la salud de Bojacá: Patrona de la diócesis de Facatativá. Salt. 4ª Semana.
Primera Lectura
Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban
Lectura del libro del profeta Isaías 50, 5-9a
EL
Señor Dios me abrió el oído;
yo
no resistí ni me eché atrás.
Ofrecí
la espalda a los que me golpeaban,
las
mejillas a los que mesaban mi barba;
no
escondí el rostro ante ultrajes y salivazos.
El
Señor Dios me ayuda.
por
eso no sentía los ultrajes;
por
eso endurecí el rostro como pedernal,
sabiendo
que no quedaría defraudado.
Mi
defensor está cerca,
¿quién
pleiteará contra mí?
Comparezcamos
juntos,
¿quién
me acusará?
Que
se acerque.
Miren,
el Señor Dios me ayuda,
¿quién
me condenará? Palabra de Dios.
SALMO 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9
R/. Caminaré en la presencia del Señor, en la tierra de
los vivientes.
V. Amo al Señor, porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco. R/.
V. Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
«Señor, salva mi vida». R/.
V. El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó. R/.
V. Arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.
Caminaré en presencia del Señor
en el país de los vivos. R/.
Segunda Lectura
La fe, si no va acompañada de las obras, está completamente muerta
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 14-18
¿De
qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras?
¿Podrá acaso salvarlo esa fe? Si un hermano o una hermana andan desnudos y
faltos del alimento diario y uno de ustedes les dice: «Vayan en paz, abríguense
y sáciense», pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?
Así
es también la fe: si no tiene obras, está muerta por dentro. Pero alguno dirá:
«Tú
tienes fe y yo tengo obras, muéstrame esa fe tuya sin las obras, y yo con mis
obras te mostraré la fe». Palabra de Dios.
Evangelio
Tú eres el Mesías. El Hijo del hombre tiene
que padecer mucho
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 27-35
En
aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de
Filipo; por el camino preguntó a sus discípulos:
«¿Quién
dice la gente que soy yo?».
Ellos
le contestaron:
«Unos,
Juan el Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas».
Él
les preguntó:
«Y
ustedes, ¿quién dicen que soy?».
Tomando
la palabra Pedro le dijo:
«Tú
eres el Mesías».
Y
les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto.
Y
empezó a instruirlos:
«El
Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos
sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días».
Se
lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a
increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro:
«¡Ponte
detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!».
Y
llamando a la gente y a sus discípulos les dijo:
«Si
alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me
siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su
vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre
ganar el mundo entero y perder su alma?». Palabra del Señor.
15 de
septiembre Domingo 24º del Tiempo Ordinario* - Ciclo B. En Colombia celebramos el Día del
Migrante y del refugiado y a Nuestra Señora de la salud de
Bojacá: Patrona de la diócesis de Facatativá.
Primera Lectura - Ofrecí
mi espalda a los que me golpeaban
Lectura del libro del profeta Isaías 50, 5-9a
Salmo 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9
R/. Caminaré
en la presencia del Señor, en la tierra de los vivientes.
Segunda
Lectura - La fe, si no va acompañada de las obras, está completamente
muerta
Lectura de la carta del apóstol Santiago 2, 14-18
EVANGELIO - Tú
eres el Mesías... El Hijo del hombre debe sufrir mucho
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 27-35
Este mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado nos ofrece una profunda reflexión sobre el éxodo y el caminar del pueblo de Dios, poniéndolo en paralelo con la realidad de los migrantes y refugiados de hoy en día. Al destacar el concepto de “camino” y de ser “peregrinos” en la vida, el Papa subraya que, al igual que los israelitas caminaron hacia la Tierra Prometida, los migrantes actuales caminan hacia un futuro con la esperanza de una vida mejor. Este mensaje también nos recuerda que no sólo acompañamos a los migrantes en su caminar físico, sino también en su caminar espiritual, a través de la compasión, la oración y la solidaridad.
El relato del
Éxodo nos recuerda que Dios camina con su pueblo, guiándolo, protegiéndolo y
proveyendo para él en medio de las dificultades. Esta misma presencia de Dios
puede ser experimentada hoy en las vidas de los migrantes, quienes, al igual
que el pueblo de Israel, se enfrentan a múltiples obstáculos, pero también
encuentran consuelo y fuerza en su fe.
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