29 de febrero, Jueves de la 2ª semana de
Cuaresma. Feria. Salt. 2ª semana.
Primera lectura
Lectura del libro
de Jeremías 17, 5-10
Esto dice el Señor:
«Maldito quien confía en el hombre, y busca el apoyo de las criaturas,
apartando su corazón del Señor.
Será como cardo en la estepa, que nunca recibe la lluvia; habitará en un árido
desierto, tierra salobre e inhóspita.
Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza.
Será un árbol plantado junto al agua, que alarga a la corriente sus raíces; no
teme la llegada del estío, su follaje siempre está verde; en año de sequía no
se inquieta, ni dejará por eso de dar fruto.
Nada hay más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo conoce?
Yo, el Señor, examino el corazón, sondeo el corazón de los hombres para pagar a
cada cual su conducta
según el fruto de sus acciones». Palabra de Dios
Salmo
1, 1-2.3.4.6
R/. Dichoso el
hombre que ha puesto su confianza en el Señor
V/. Dichoso el
hombre
que no sigue el consejo de los impíos
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.
V/. Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.
V/. No así los
impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Lucas 16, 19-31
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada
día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de
llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de
los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su
seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del
dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
“Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males:
por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los
que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco
pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco
hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan
a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice:
“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”.
Pero él le dijo:
“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.
Abrahán le dijo:
“Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite
un muerto”». Palabra del Señor
29 de
febrero, Jueves de la 2ª semana de Cuaresma. Feria.
Lectura del
libro de Jeremías 17, 5-10
Salmo 1, 1-2.3.4.6
Evangelio según san Lucas 16, 19-31
versículos 19-31, encontramos la parábola del rico y Lázaro. Esta
parábola presenta una enseñanza espiritual y teológica sobre la importancia de
la compasión y la atención a los necesitados, así como las consecuencias de las
decisiones tomadas en la vida terrenal.
En resumen, la
parábola relata la historia de un hombre rico que vive lujosamente, mientras
que un mendigo llamado Lázaro yace a las puertas de su casa, lleno de llagas y
hambriento. Ambos mueren, y Lázaro es llevado al seno de Abraham en el cielo,
mientras que el hombre rico es enviado al Hades, donde experimenta tormento. El
rico pide a Abraham que envíe a Lázaro de vuelta para advertir a sus hermanos
sobre el destino que les espera si no se arrepienten.
La propuesta espiritual y teológica que se puede extraer de esta
parábola incluye:
1.
Justicia Divina: La
parábola destaca la realidad de una vida después de la muerte y presenta la
idea de que las acciones en la vida terrenal tienen consecuencias eternas. El
hombre rico experimenta el resultado de su indiferencia hacia el sufrimiento de
Lázaro.
2.
Importancia de la compasión y la solidaridad: San Lucas resalta la necesidad de mostrar compasión y ayudar
a los necesitados. El contraste entre la riqueza y la pobreza extrema subraya
la importancia de compartir los recursos y ser consciente de las necesidades de
los demás.
3.
Arrepentimiento y conversión: El hombre rico busca una segunda oportunidad para advertir a sus
hermanos sobre el destino que les espera. Esto puede interpretarse como un
llamado al arrepentimiento y a la conversión antes de que sea demasiado tarde.
En general, la
parábola del rico y Lázaro nos invita a reflexionar sobre nuestras acciones en
la vida, especialmente en relación con los menos afortunados, y nos recuerda la
importancia de vivir con compasión, justicia y atención a los valores
espirituales.
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