sábado, 11 de noviembre de 2023

12 de noviembre Domingo 32º del Tiempo Ordinario. - Ciclo A


12 de noviembre Domingo 32º del Tiempo Ordinario. - Ciclo A Salt. 4ª semana.

PRIMERA LECTURA

Encuentran la sabiduría los que la buscan

Lectura del libro de la Sabiduría 6, 12-16  

La sabiduría es radiante e inmarcesible, la ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los que la buscan; ella misma se da a conocer a los que la desean. Quien madruga por ella no se cansa: la encuentra sentada a la puerta. Meditar en ella es prudencia consumada, el que vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones; ella misma va de un lado a otro buscando a los que la merecen; los aborda benigna por los caminos y les sale al paso en cada pensamiento. Palabra de Dios

 

Sal 62, 2.3-4.5-6.7-8
R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansía de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R/.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R/.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R/.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas
canto con júbilo. R/.

Segunda lectura

A los que han muerto, Dios, por medio de Jesús. los llevará con él

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4,13-17
No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues sí creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras. Palabra de Dios
 

Evangelio

¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!

Lectura del santo evangelio según san Mateo 25,1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!” Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: “Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.” Pero las sensatas contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis.” Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: “Señor, señor, ábrenos.” Pero él respondió: “Os lo aseguro: no os conozco.” Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.» Palabra del Señor

 

12 de noviembre Domingo 32º del Tiempo Ordinario. - Ciclo A

De la Sabiduría 6, 12-16

Sal 62,2.3-4.5-6.7-8

De la primera carta de san Pablo a los Tesalonicenses 4,13-17

Evangelio según san Mateo 25, 1-13

Jesús presenta la parábola de las diez vírgenes, también conocida como la parábola de las vírgenes prudentes y las vírgenes insensatas. Esta parábola es parte del discurso escatológico de Jesús, donde habla sobre el Reino de los Cielos y la preparación para su venida.

En resumen, la parábola relata que hay diez vírgenes que salen al encuentro del novio. Cinco de ellas son prudentes y llevan consigo lámparas con aceite adicional, mientras que las otras cinco son insensatas y solo llevan lámparas sin aceite extra. Como el novio tarda en llegar, todas las vírgenes se quedan dormidas. Cuando finalmente llega el novio, las vírgenes insensatas se dan cuenta de que sus lámparas se están apagando y piden a las prudentes que les den algo de su aceite. Sin embargo, las prudentes se niegan, diciendo que podría no ser suficiente para todas. Mientras las insensatas salen a comprar aceite, llega el novio y las vírgenes prudentes entran al banquete con él. Cuando las insensatas regresan, encuentran cerrada la puerta y el novio les dice que no las conoce.

Esta parábola tiene varias interpretaciones teológicas y espirituales. Aquí hay algunas posibles:

1. Vigilancia y Preparación: La parábola enfatiza la importancia de estar preparados y vigilantes para la venida del Señor. Las vírgenes prudentes representan a aquellos que están listos y preparados espiritualmente, mientras que las insensatas simbolizan a aquellos que son descuidados y no se preparan adecuadamente.

2. La Necesidad de la Previsión Espiritual: El aceite en las lámparas puede simbolizar la fe, la gracia o la preparación espiritual. Las vírgenes prudentes han sido previsoras y han cuidado de su relación con Dios, mientras que las insensatas han descuidado esa preparación.

3. La Imposibilidad de Compartir la Preparación Espiritual: El rechazo de las vírgenes prudentes a compartir su aceite puede interpretarse como la imposibilidad de transferir la fe y la relación personal con Dios a otras personas. Cada individuo debe cultivar su propia relación espiritual con Dios.

4. La Importancia de la Decisión Personal: La parábola destaca que cada persona es responsable de su propia preparación espiritual. No se puede depender de la fe de otros, y cada individuo debe tomar decisiones personales que afecten su relación con Dios. En conjunto, la parábola de las diez vírgenes subraya la importancia de la vigilancia, la preparación y la responsabilidad personal en la vida espiritual, así como la imposibilidad de depender de la fe de los demás.

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