30 de octubre, Lunes de la 30ª semana del Tiempo Ordinario. Feria.
De la carta de san Pablo a los Romanos 8, 12-17 - Salmo 67,2.4.6-7ab.20-21
Evangelio según san Lucas 13, 10-17
De San Lucas 13,10-17 presenta una importante propuesta teológica y espiritual que nos ofrece el Evangelista Lucas. Aquí está el pasaje: La compasión y el poder de Jesús, La importancia de la liberación, La confrontación con la hipocresía, La reafirmación de la dignidad humana.
30 de octubre, Lunes de la 30ª semana del Tiempo Ordinario. Feria. Salt. 2ª semana.
Primera lectura
Lectura de
la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 12-17
Estamos en deuda, pero no con la carne para vivir carnalmente. Pues si vivís según la carne, vais a la muerte; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis. Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados. Palabra de Dios
Salmo
67,2.4.6-7ab.20-21
R/. Nuestro
Dios es un Dios que salva
Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos,
huyen de su presencia los que lo odian.
En cambio, los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría. R/.
Padre de huérfanos, protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece. R/.
Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación.
Nuestro Dios es un Dios que salva,
el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R/.
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas 13, 10-17
Un sábado,
enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacía dieciocho años
estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse
enderezar.
Al verla, Jesús
la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» Le impuso las
manos, y en seguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de
la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente:
«Seis días tenéis para trabajar; venid esos días a que os curen, y no los
sábados.»
Pero el Señor,
dirigiéndose a él, dijo: «Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del
pesebre al buey o al burro y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado? Y a ésta,
que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había
que soltarla en sábado?»
A estas
palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de
los milagros que hacía. Palabra del Señor
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