19 de
octubre,
Jueves de la 28 Semana del Tiempo Ordinario.
Memoria libre Santos Juan de Brébeuf e Isaac Jogues, presbíteros, y compañeros,
mártires: San pablo de la Cruz, prebítero.
Carta del apóstol san
Pablo a los Romanos 3, 21-30a
Salmo 129, 1-2.3-4.5
Evangelio según san Lucas 11, 47-54
El presente
es un pasaje en el que Jesús reprende a los expertos en la ley y a los
fariseos, denunciando su hipocresía y su rechazo al mensaje de Dios.
La propuesta teológica que
hace el evangelista Lucas en este pasaje es la denuncia de la hipocresía
religiosa y la falta de arrepentimiento por parte de los líderes religiosos de
su tiempo. Jesús critica a los escribas y fariseos por honrar a los profetas
que sus antepasados persiguieron y mataron, pero a la vez, están dispuestos a
perseguir y matar a los profetas y apóstoles que Dios enviará.
Lucas subraya la
importancia del arrepentimiento y la responsabilidad de cada generación por sus
acciones. También enfatiza la idea de que la verdadera sabiduría de Dios no
puede ser ocultada o manipulada por los líderes religiosos hipócritas.
En
resumen,
este pasaje nos invita a reflexionar sobre la importancia de la sinceridad en
la fe y la necesidad de reconocer y arrepentirse de los errores del pasado, en
lugar de perpetuar la injusticia y la hipocresía religiosa.
19 de octubre, Jueves de la 28 Semana del Tiempo Ordinario. Memoria libre Santos Juan de Brébeuf e Isaac
Jogues, presbíteros, y compañeros, mártires; San pablo de la Cruz, prebítero. Salt. 4ª semana.
Primera
lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 3, 21-30a
Ahora, la justicia de Dios, atestiguada por la Ley y los profetas, se ha manifestado independientemente de la Ley. Por la fe en Jesucristo viene la justicia de Dios a todos los que creen, sin distinción alguna. Pues todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención de Cristo Jesús, a quien Dios constituyó sacrificio de propiciación mediante la fe en su sangre. Así quería Dios demostrar que no fue injusto dejando impunes con su tolerancia los pecados del pasado; se proponía mostrar en nuestros días su justicia salvadora, demostrándose a sí mismo justo y justificando al que apela a la fe en Jesús. Y ahora, ¿dónde queda el orgullo? Queda eliminado. ¿En nombre de qué? ¿De las obras? No, en nombre de la fe. Sostenemos, pues, que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la Ley. ¿Acaso es Dios sólo de los judíos? ¿No lo es también de los gentiles? Evidente que también de los gentiles, si es verdad que no hay más que un Dios. Palabra de Dios
Salmo 129, 1-2.3-4.5
R/. Del
Señor viene la misericordia, la redención copiosa
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R/.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto. R/.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según
san Lucas 11, 47-54
En aquel tiempo, dijo el Señor: «¡Ay de vosotros, que
edificáis mausoleos a los profetas, después que vuestros padres los mataron!
Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque
ellos los mataron, y vosotros les edificáis sepulcros. Por algo dijo la
sabiduría de Dios: "Les enviaré profetas y apóstoles; a algunos los
perseguirán y matarán"; y así, a esta generación se le pedirá cuenta de la
sangre de los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre
de Abel hasta la de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario. Sí, os
lo repito: se le pedirá cuenta a esta generación. ¡Ay de vosotros, maestros de la Ley, que os
habéis quedado con la llave del saber; vosotros, que no habéis entrado y habéis
cerrado el paso a los que intentaban entrar!»
Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a acosarlo y a tirarle de
la lengua con muchas preguntas capciosas, para cogerlo con sus propias
palabras. Palabra de Señor
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